*Fuente de información: Diario La Nación
Cae el telón sobre uno de los grandes editores periodísticos de la historia argentina. A partir de ahora, Jorge Lanata brillará en la selecta galería junto con otros tan descollantes como Natalio Botana, Jacobo Timerman y Héctor Ricardo García. Como ellos, construyó su celebridad no solo con talento y creatividad, sino también con intensas polémicas y contradicciones que le depararon odios y amores incondicionales. Después de una larga internación, que empezó el 14 de junio tras descompensarse durante un estudio de rutina, no pudo recuperarse y murió hoy a los 64 años. Irreverente, caprichoso, histriónico, valiente, siempre lúdico y audaz, Lanata se hacía notar con su figura voluminosa, su lengua mordaz y su mirada triste. En cualquier ambiente donde entraba, jamás pasaba inadvertido. Muy justo o arbitrario, según la ocasión, su capacidad infatigable para embestir era su marca registrada. Gran preguntador, eximio polemista y con un abanico muy grande de intereses -además de la política y de la alta cultura hasta el chimento más intrascendente, todo le interesaba-, Lanata irrumpió muy joven, en los años 80 del siglo pasado, en el escenario mediático con un crescendo que nunca más se detuvo hasta su último aliento.
Jorge Lanata Periodismo