Un búho patagónico, un puma, un guanaco, cinco choiques y un ñanco fueron rescatados gracias al aviso oportuno de los ciudadanos y el trabajo coordinado de varios organismos y veterinarios comprometidos con el cuidado de la fauna en la provincia.
En las últimas semanas la Dirección Provincial de Fauna de Neuquén ha liderado una serie de intervenciones estratégicas que han permitido rescatar, rehabilitar y liberar ejemplares de fauna silvestre en distintas zonas de la provincia. Estos operativos, realizados en conjunto con organismos gubernamentales, fuerzas de seguridad, equipos técnicos y la colaboración clave de la comunidad, destacan no solo por su ejecución eficiente, sino también por su impacto en la conservación de la biodiversidad patagónica.
Desde el rescate de un tucúquere (Bubo magellanicus) en Aluminé hasta la liberación de cinco choiques (Rhea pennata) en el norte neuquino, cada caso ha requerido protocolos especializados, manejo veterinario y un seguimiento riguroso para garantizar el bienestar animal y su posterior reinserción en el hábitat natural.
Asimismo, operativos como el del puma (Puma concolor) que apareció el 28 de abril en China Muerta y la asistencia a un guanaco (Lama guanicoe) el último fin de semana y un ñanco (Milvago chimango) evidencian la importancia del trabajo interinstitucional y la respuesta rápida ante emergencias faunísticas.
Estas acciones refuerzan el rol activo de Neuquén en la protección de su patrimonio natural y sirven como recordatorio de que la conservación es una responsabilidad compartida entre el Estado y la sociedad.
Un guanaco en el río Limay:
El más singular de los últimos rescates se produjo el viernes pasado, cuando apareció un guanaco (Lama guanicoe) en la costa del río Limay. Se lo veía desorientado. Había quedado atrapado en el espigón. El aviso activó una respuesta inmediata, coordinada y eficaz. Un equipo de la Dirección Provincial de Fauna se movilizó al lugar, trabajando en estrecha colaboración con la Policía Montada, Bomberos, Prefectura y Defensa Civil. La experiencia combinada de estas fuerzas permitió abordar la situación con la prioridad necesaria para garantizar la seguridad del animal.
Una vez en el sitio, se evaluaron las condiciones y se procedió al rescate del guanaco. Gracias a la pericia de los profesionales involucrados, el animal fue asistido de manera segura y trasladado a un lugar para recibir la atención necesaria.
En estos momentos, el guanaco se encuentra bajo la supervisión de veterinarios.
El Tucúquere de Abra Ancha:
Un ejemplar del búho más grande que se puede observar en la Patagonia (Bubo magellanicus) fue hallado herido en el camino desde Abra Ancha hacia Aluminé. Conocido popularmente como nuco o tucúquere, yacía herido a la vera de la ruta, aparentemente atropellado, con el pico fracturado y las alas dañadas. Un vecino lo recogió y lo llevó a Fauna para iniciar un largo proceso de rehabilitación.
“Al principio, debimos alimentarlo con pinzas por su lesión”, confió un veterinario. Tras meses de terapia, en un refugio de animales silvestres para su recuperación, el ave emitió su primer “tucú-quere” de victoria y, en un emotivo regreso a la naturaleza, alzó vuelo tras ser liberado en el mismo entorno donde había sido hallado.
El tucúquere se alimenta de roedores, conejos y aves. Al momento de alimentarse necesita tiempo para remontar vuelo. Por eso es importante estar atentos a esta situación y prevenir incidentes como el que determinó este rescate.
Cinco Choiques en el Alto Neuquén:
Cinco ejemplares de choique (Rhea pennata), aves corredoras, símbolo de la estepa, vivían encerradas en un campo privado del norte neuquino. Tras denuncias, se coordinó su rescate con expertos en manejo de fauna. Este logro fue posible gracias al trabajo en conjunto con los guardafaunas del Alto Neuquén y de Junín de los Andes.
El Ñanco de Junín de los Andes:
En cercanías de Junín de los Andes se produjo el hallazgo de un Ñanco (Milvago chimango), un ave rapaz emblemática de la región, que requería asistencia. Gracias a la rápida y eficiente intervención de los guardafaunas locales, se activó un operativo de rescate que marcó el inicio de un camino hacia la recuperación.
Durante semanas, se le brindó los cuidados necesarios al Ñanco, permitiéndole fortalecerse y recuperar su plenitud. El compromiso y la dedicación de profesionales veterinarios fueron fundamentales para asegurar el bienestar del ave.
Finalmente, llegó el día esperado. Con la satisfacción del deber cumplido, los guardafaunas trasladaron al Ñanco de vuelta al mismo entorno natural donde fue encontrado. Allí, en un emotivo momento, el ave desplegó sus alas y se elevó hacia el cielo, retomando su vuelo libre y majestuoso.
Un Puma en China Muerta:
A fines de abril se viralizó una noticia que daba cuenta de la presencia de un puma (Puma concolor) trepado a un árbol en la zona de China Muerta. El llamado que alertó a todos: El felino, de unos 50 kilos, había quedado atrapado cerca de viviendas. Con drones y redes de contención, lograron sedarlo sin dañarlo. “Usamos un camión con canasto para bajarlo con seguridad”, explicó un rescatista. El animal fue liberado en un área provincial protegida, hábitat habitual de esta especie.
El trabajo en red: clave para la conservación:
Cada uno de estos rescates fue posible gracias a la articulación entre organismos públicos, fuerzas de seguridad, bomberos, prefectura, Defensa Civil y la participación ciudadana. La rápida activación de protocolos y la colaboración vecinal demuestran que la protección de la fauna es una responsabilidad compartida.
“Cada animal rescatado es un eslabón que fortalece nuestro ecosistema. Neuquén demuestra que, cuando trabajamos unidos, la conservación es posible”, destacaron desde la Dirección de Fauna y recordaron la importancia de: reducir la velocidad en rutas para evitar atropellamientos; no interferir con animales silvestres, reportar emergencias al 0800-66666-36 y preservar los hábitats naturales, evitando la deforestación y la contaminación.
“Detrás de cada rescate exitoso hay decenas de nombres que pocas veces aparecen en los titulares. Por eso, desde este espacio, queremos reconocer: a los vecinos que dieron el aviso, cuyo llamado oportuno fue la primera línea de defensa para estos animales; a los guardafaunas y equipos veterinarios, que trabajan con pasión bajo el sol, la lluvia o la nieve; a las fuerzas de seguridad y bomberos, que arriesgan su bienestar para asegurar cada operativo; a las comunidades rurales y pueblos originarios, cuyo conocimiento ancestral es invaluable para proteger los ecosistemas y a los medios y periodistas que ayudan a concientizar, porque sin divulgación, la conservación no sería posible”. Agradecieron especialmente a los veterinarios Bárbara Bartolomé Pap y Santiago Akrich y a Luis “Titi” Ricciuto.