jueves, mayo 22, 2025

Camino hacia los 100 años de la Escuela 99: Juanita Hadad y “La Campana de Codihue”

*Informe Especial de la profesora Inés Lagos, docente jubilada, ex alumna de la Escuela N° 99 de Zapala.  Parte II

Camino hacia los 100 años de la Escuela 99: Juanita Hadad: “La Campana de Codihue”

“Allí donde haya un niño, habrá una escuela”: Próspero Alemandri

En 1925 ascendió a Inspector General en el Territorio Nacional del Neuquén Próspero Alemandri. Dueño de una pluma exquisita, sus informes revestían pinceladas líricas en las que las bellas imágenes poéticas coexistían a la par de las crudezas que relataba, ejerció el cargo hasta 1928. Recorrió todo el Neuquén creando escuelas, llevando soluciones, bregando siempre por mejorar la calidad de vida de las comunidades educativas sobre todo de los estudiantes, que fueron su prioridad en todas las acciones y gestiones que realizaba. De su libro Notas Sobre Enseñanza este párrafo que describe su visión.


Puesto en contexto el accionar del inspector territoriano, podemos avanzar sobre el relato de Juanita Laudelina Hadad, nacida en Codihue el 11 de febrero de 1935, hoy con sus vitales y chispeantes 90 años, nos recibe a la Seño Dalila Mendoza y a mí en su cálido hogar. Ni bien nos acomodamos, emocionada junta sus manos y su rostro iluminado viaja en el tiempo y su primera oración es: “yo fui alumna de la escuela 99 en Codihue” (Departamento Picunches) “…hice primero, segundo y tercer grado”.


El17 de agosto de 1925 se había inaugurado la escuela 99, en la Estancia Santa Isabel departamento Loncopué, por falta de alumnos en la estancia, la escuela se traslada a un reducto de aquellos pueblitos de Campaña, Codihue en 1932, en este paraje se encontraba afincado el libanés, de profesión comerciante, quien en sus tiempos de “mercachifle”, viajando desde Buenos Aires a la zona de Codihue, una joven le vende una matra y de este encuentro surge el amor, el nombre de la joven Laudelina Guerrero. Simón y Laudelina se casan y esa matra como sello de aquel encuentro Juanita aún hoy conserva. Aquella moza, Don Simón Hadad, Juanita y sus 4 hermanos, Pedro Salim (nacido en Cajón de Almaza), Marta (nacida en el año 1930 en Huarenchenque), Elena y Antonio ellos serán la familia que construirá “el nexo” para que la institución creada siete años atrás continúe con la tarea de educar a cada niño que necesite aprender.

Juanita recuerda el humilde espacio calefaccionado con una estufa a leña, paredes de adobe y piso de tierra donde ella y sus compañeritos que vivían en los alrededores como “las chicas Castillo” cuyo campo estaba cerca del puente, justamente allí aprendieron a leer y escribir. La escuelita estaba conformada por dos ambientes, uno era el aula y en el otro vivía el Director Néstor Manuel Funes que hacía las veces de Director y maestro, “ese maestro” que para las vacaciones viajaba a Buenos Aires a ver a su esposa y retornaba siempre a Codihue para el 6 de enero, vívido recuerdo de él porque llegaba con regalos para los niños, cómo olvidar ese trompo con luces, esa muñeca a la que Juanita le quería cambiar el atuendo y tuvo un inesperado final gracias al consejo de su hermana mayor…”ponela arriba de la cocina para cambiarle la ropa”…entre risas, Juanita comenta que nunca perdonó a su hermana Marta por aquel consejo que la dejó sin la muñeca regalo del Director Funes.


El espacio edificado se encontraba emplazado muy cercano al establecimiento comercial de Don Simón, su padre, delimitado por un alambrado que ella cruzaba y caminando entre frutales arribaba a la escuela, seguramente, al sonar de la campana que invitaba a iniciar la actividad áulica. El desarrollo de las clases era acompañado por un clima bastante benigno ya que funcionaban en el período septiembre mayo, el gran acto siempre era el 25 de mayo, se festejaba la fecha patria y cerrada el año lectivo, obviamente el acto era al aire libre y con la asistencia de todos los pobladores del lugar, en este momento del relato Juanita recuerda una foto donde aparece su papá y otros asistentes al acto, conmemorando las “fiestas Mayas”, rápidamente, se levanta para buscar ese “tesoro” que rememora el momento. Juanita comenta que el segundo maestro que tuvieron fue el señor Hilario Velázquez Adaro quien toma posesión del cargo en el año 1943.


Pasan los años, Juanita termina su escolaridad primaria en Loncopué, de allí le queda aún vivo un compañero, quien este año, el 14 de junio cumple sus 90 años. La secundaria la concluye aquí en Zapala (algunos de sus compañeros: Susana Rambeaud, René Alvarez, Mabel Gancedo, Lili Martinez, María Luiza Gambaza, Tito Martínez, “Chachi” Castro, Raúl Podestá…) Se recibe de maestra y sus designaciones tienen como destino Los Catutos, la Escuela N°148, la Escuela de Adultos y durante tres meses tiene la oportunidad de dictar clases en su escuela 99, ya funcionando en Zapala, su escuelita de Codihue! Cada detalle de este andar por tierras neuquinas Juanita lo cuenta con un énfasis especial, con enorme orgullo, con cariño, con el cariño que le dio la “letra” a esta porción de historia, la historia de los inicios de la Escuela 99.


Juanita Laudelina Hadad, “La Juani”, amante de las letras y la pintura. Un ejemplo de vida, de entrega… con esa especial manera de ser que contagia y anima a pensar en el futuro, un futuro mejor para cada niño, nos anima al compromiso, la responsabilidad y a mantenernos siempre ocupados en lo que construye, lo bueno.


Incansable hacedora, lamenta no contar con más tiempo para buscar otras fotos y compartir vivencias, porque la espera un compromiso, un momento para continuar brindándose, un Taller de Escritura en la Biblioteca Elordi.


Para nuestro asombro, en un momento de la entrevista comparte la idea propia de alguien con una increíble vitalidad “…tenemos que ir a Codihue!” cómo no admirarla! Incansable e inquieta Juanita. Gracias por este momento de compartir enriquecedoras vivencias. Con gran satisfacción Juanita puede contarnos que vivió los inicios de la orgullosamente centenaria Escuela N° 99 San Juan Bosco.

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