El pueblo ubicado en el extremo norte de la provincia vivió un hecho histórico en la celebración de su último aniversario: casi todos los pobladores recibieron los papeles que acreditan la adjudicación en venta o la tenencia de las tierras que ocupan desde hace décadas.
Con la entrega de más de cincuenta carpetas -entre adjudicaciones en venta y tenencias otorgadas por la dirección provincial de Tierras- la planta urbana de Cochico quedó regularizada en su totalidad. “Es un reconocimiento y una reivindicación de la persona del interior que no tiene por qué estar esperando tantos años para recibir un documento que es más que legítimo y es el que le va a dejar a sus hijos y a sus nietos”, aseguró el gobernador Rolando Figueroa días atrás, al presidir el acto aniversario de la localidad.
Una muestra clara de la federalización de las políticas públicas implementada por la actual gestión de gobierno es garantizar el acceso a distintos trámites que demoraban años en concretarse por la imposibilidad de los pobladores de trasladarse hasta los centros urbanos para realizar una gestión.
En muchas localidades y parajes del interior profundo de Neuquén, ese que aún es desconocido por muchos que viven en las ciudades, la titularidad de la tierra es un tema pendiente desde hace décadas y sólo puede revertirse con un Estado presente, que escucha a la comunidad y obra en consecuencia.

En el extremo norte de la provincia, casi en el límite con Mendoza, a 500 kilómetros de la ciudad de Neuquén se encuentra Coyuco-Cochico. La comisión de fomento, gobernada por Leandro Grandón, celebró días atrás su 26º aniversario. Aunque es una de las localidades más jóvenes de la provincia -se institucionalizó en 1999- varias familias viven en el lugar desde antes de la creación del gobierno local. Sin embargo, no eran dueños de las tierras que ocupan desde antaño.
Eso cambió a partir de una instrucción clara a la dirección provincial de Tierras que conduce Ezequiel Vélez y depende del ministerio de Gobierno: Hay que poner el foco en la gente y dar respuesta, más aún cuando el trámite fue iniciado hace años.
“Suceden cosas que no se pueden pasar por alto -dijo Figueroa-. Entregamos más de 50 papeles de distintas características que a ustedes les permite tener su título. ¿Cuántos años esperando? ¿Qué ha pasado años atrás que nadie ponía el foco en la gente?”, se preguntó.
“Qué bueno es que cuando alguien tiene un derecho inmediatamente el Estado se los pueda reconocer. ¿A cuántos adultos, vecinos nuestros, los tuvimos que despedir sin que tengan un papel? Sin que puedan darles a sus nietos o a sus hijos la herencia que corresponde”, agregó.
Figueroa destacó el trabajo realizado por el área de Tierras para llegar a esta instancia y reiteró el compromiso que le ha pedido a todo su gabinete: “Que conozcamos el territorio; que conozcamos a la gente; que sepamos que después firmar un papel, mucho más allá, existe una familia, existe un hogar, existen sueños, ilusiones y también derechos como este, de tener un papel de su propia tierra”, explicó.

Por su parte Ezequiel Vélez indicó que mediante este acto “les reconocimos el derecho a un montón de gente que está ocupando ese lugar donde vive hace muchísimos años y que no tenía un solo papel”. Afirmó que este trabajo es permanente, fundamentalmente con las comisiones de fomento y los municipios donde está la mayor presencia de tierra fiscal.
“En Cochico la totalidad de la planta urbana quedó regularizada. Poder lograr ese tipo de objetivos es fundamental para nosotros”, expresó. Por último, reconoció que la idea es profundizar “en la regularización y, sobre todo, en el reconocimiento del derecho del vecino que durante mucho tiempo ha estado esperando. Ese principalmente es el lineamiento que tenemos del gobernador y de nuestro ministro (de Gobierno, Jorge Tobares), y que son grandes desafíos porque la desactualización de la documentación de los expedientes es mucha”.