La comunidad Manke, de la localidad de El Huecú, celebró esta semana el Wiñoy Xipantu (año nuevo mapuche) con actividades propias de su cultura ancestral en un día festivo en el que el rescate de las tradiciones y la reafirmación del compromiso de la diversidad cultural, como así también el fomento del diálogo y la convivencia pacífica, distinguieron la jornada que contó con el acompañamiento del ministerio de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres.
Las actividades propuestas representaron un momento de profunda reflexión, agradecimiento y conexión con la naturaleza en línea con las líneas tradiciones ancestrales de la cultura mapuche.
La secretaría de Deportes, Cultura y Gestión Ciudadana, en concordancia con la transversalidad que propone la política del Gobierno provincial, se sumó al acompañamiento de las actividades programadas desde la profunda raíz de la neuquinidad, valorando las múltiples expresiones que conforman la identidad neuquina.
Durante la jornada, que se realizó el martes, los más de 150 participantes disfrutaron de diversas actividades culturales, incluyendo juegos tradicionales como el Palin. También se realizaron danzas tradicionales como el Choique Purrun, que representan las raíces y fortalecen la identidad cultural.
Tampoco faltó la gastronomía como nexo cultural de gran valor: se incluyó la degustación de comidas típicas como asado chivo, cazuela, locro, entre otras, que enriquecen y mantienen vivas las tradiciones culinarias.
La experiencia, sumamente significativa y especial, permitió afianzar lazos comunitarios, celebrar la historia y reafirmar la conexión con la naturaleza y costumbres ancestrales.
Fenando Maripil, lonco de la Comunidad Manke de El Huecú y, coordinador del Consejo Zonal Picunche, celebró la participación de este nuevo ciclo y agradeció a las autoridades provinciales su presencia y acompañamiento.
“Hemos vivido aquí en el territorio comunitario de nuestra comunidad un gran festejo”, señaló y agregó que “sentimos que, así como la naturaleza se renueva, marcando el inicio de una nueva etapa y un nuevo ciclo, así también ha sido para nosotros este día”.
“En este encuentro hemos podido compartir distintas actividades, el baile Choique Purrun (una danza que imita los movimientos del ñandú), juegos y actividades que sirvieron para celebrar este nuevo ciclo de intercambio en el desarrollo de la vida y la producción”, detalló.
El lonco destacó que “fue un día muy intenso, y estamos felices y agradecidos de las personas que vinieron y también de los funcionarios provinciales que nos acompañaron ya que es muy importante que esta cultura se pueda transmitir a los distintos ámbitos”.
Un poco de historia:
Todos los años, desde el 21 al 24 de junio comienza el solsticio de invierno en esta parte del hemisferio sur, siendo el 24 de junio el punto exacto donde se produce la llegada del nuevo ciclo natural. Aquí el sol está más lejos de la tierra, el día es más corto y la noche más larga.
La celebración del Wiñoy Xipantu tiene reconocimiento provincial a través de la Ley N° 2773 declarando los días 23 y 24 de junio feriado provincial para todos aquellos descendientes originarios que participen de dicha celebración.
Atendiendo a esta tradición el pueblo Mapuche se reúne el 23 junio desde la puesta del sol para dar inicio a la celebración, compartiendo charlas, alimentos, renovando su compromiso con la naturaleza, sus territorios y sus ritos ancestrales hasta después del amanecer.
Cuando el antü (sol) comienza a mostrar sus primeros rayos, todas las familias y las comunidades reciben con alegría el nuevo renacer. En la cosmovisión Mapuche entienden a este ciclo como el fin de la época de cosecha y el inicio de la siembra; aquí se da un sentido materno al nacer del invierno mientras que en primavera se hace joven, en verano de hace adulto y se hace viejo en otoño cuando las hojas caen y los animales cambian el pelaje.