La comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología (D) votó esta mañana despacho por unanimidad a un proyecto que prohíbe el uso de celulares y dispositivos tecnológicos en los niveles inicial y primario –con excepciones puntuales-, y lo limita en el secundario para ser utilizados específicamente con fines pedagógicos.
El texto aprobado surgió de una propuesta del diputado Carlos Coggiola (Neuquén Federal) y otra del diputado César Gass (JxC-UCR), unificado con aportes de la diputada Gisselle Stillger (Arriba Neuquén). Durante el tratamiento del tema en la comisión, se recibieron informes y opiniones del Ministerio de Educación y de la Sociedad Argentina de Pediatría. El tema continuará su tratamiento en la comisión de Asuntos Constitucionales y Justicia (A).
El objetivo es fortalecer los procesos de enseñanza-aprendizaje, resguardar el derecho a la educación, y promover entornos escolares saludables, inclusivos y libres de distracciones.
La iniciativa contempla excepciones en situaciones que requieran comunicación inmediata y para estudiantes con discapacidad que necesiten el dispositivo como herramienta de apoyo para su aprendizaje, comunicación o asistencia médica.
La prohibición es total en los niveles inicial y primario, tanto dentro del aula como en otros espacios del establecimiento. En primaria, la dirección de la escuela podrá habilitar su uso por excepción cuando forme parte de un proyecto didáctico aprobado por el equipo directivo y documentado, y las familias hayan sido informadas previamente y otorgado consentimiento. Deberá ser supervisado por un docente en un contexto específico y acotado en tiempo y espacio.
En secundaria, el uso de celulares estará habilitado únicamente para fines pedagógicos, cuando lo disponga el o la docente. Para los demás casos, deberán permanecer apagados y guardados fuera de la vista y del alcance inmediato durante el horario de clases, en los espacios designados por el establecimiento. Cada escuela podrá establecer reglamentos internos, elaborados de manera participativa a través de sus acuerdos escolares de convivencia, que regulen esta disposición con mayor detalle.
“Esto hace a la educación, a la atención y a la autoridad que deben tener los docentes con los alumnos”, aseguró Gass, quien también hizo referencia al daño que producen las pantallas en la niñez y la adolescencia.
La diputada Stillger explicó que la decisión de establecer la prohibición en jardines y primaria surgió de la Sociedad Argentina de Pediatría que recomienda que los niños y niñas no tengan celular hasta los 14 años. Aclaró que el texto consensuado contempla excepciones puntuales y remarcó que “el mensaje en primaria tiene que ser contundente”.
La presidenta de la comisión, Mercedes Tulián (PRO-NCN), resaltó que el proyecto “es un primer paso muy importante” y dijo estar orgullosa del trabajo realizado con la participación de todos los diputados y diputadas. Sostuvo que el debate no debe acotarse únicamente al ámbito educativo sino que también debe darse en otros espacios, ya que la adicción a los dispositivos es una problemática que se está registrando en edades cada vez más tempranas.
El diputado Gabriel Álamo (MPN) transmitió la buena recepción que percibió en docentes para regular el uso de los celulares en el aula y ponderó sus beneficios como herramienta pedagógica. Argumentó que en el acceso a los dispositivos también hay responsabilidad de las familias y, en ese sentido, expresó consideraciones sobre las obligaciones que se trasladan al sistema educativo cuando son competencia de otros ámbitos.
Desde UxP, Lorena Parrilli acotó que la iniciativa contribuye al buen uso de las tecnologías y tiene en cuenta los cuidados que deben considerarse en determinadas edades.